La DANA del pasado 29 de octubre causó graves daños en numerosos municipios de L’Horta Sud y la Ribera de Valencia, como Alzira, Cullera, Algemesí, Picanya, Paiporta, Aldaia, Massanasa, Alfafar, Sedaví y Torrent. Desde CEF Valencia, hemos elaborado esta guía para ayudar a propietarios y comunidades de vecinos a identificar y reparar los desperfectos causados por las inundaciones y los lodos en sus garajes y trasteros.
La importancia de las gestiones con aseguradoras y el Consorcio de Compensación de Seguros
Tras los daños ocasionados por la DANA, es crucial que las comunidades de propietarios gestionen correctamente las reclamaciones tanto ante sus aseguradoras como ante el Consorcio de Compensación de Seguros. Este organismo puede cubrir parte o la totalidad de los gastos necesarios para devolver los garajes y trasteros a su estado original, siempre que se presenten los documentos requeridos.
Es clave preparar una documentación adecuada, que incluya:
- Informes técnicos realizados por profesionales.
- Fotografías que muestren claramente los daños.
- Presupuestos detallados para cada reparación.
En CEF Valencia, te facilitamos la elaboración de presupuestos adaptados a los requisitos de las aseguradoras y del Consorcio, simplificando los trámites y agilizando el proceso de compensación para que puedas recuperar tu propiedad lo antes posible.
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En CEF Reformas y Construcciones, contamos con la experiencia necesaria para ayudarte a gestionar cualquier reparación tras los daños causados por la DANA. Desde la limpieza inicial hasta las reparaciones estructurales más complejas, nuestro equipo te proporcionará un presupuesto rápido y adaptado a tus necesidades.
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Paso a Paso para Evaluar y Realizar Reparaciones en Garajes y Trasteros
Este listado detalla las principales tareas y revisiones, tal y como hemos podido comprobar en numerosas visitas que hemos realizado a garajes afectados en los municipios de la provincia de Vlaencia, que se deben llevar a cabo para garantizar que los espacios afectados por el agua y el barro queden seguros y funcionales nuevamente.
1. Limpieza inicial: retirada de lodos y agua acumulada
La limpieza profunda es el primer paso esencial tras cualquier inundación. Se deben retirar lodos y agua con el uso de bombas de achique o equipos mecánicos especializados. En casos donde los sistemas propios del garaje no funcionan, será necesario realizar esta limpieza de manera manual, asegurando que la zona quede completamente despejada antes de proceder a otras reparaciones.
2. Inspección y reparación de sistemas de desagüe
Es importante realizar una revisión exhaustiva de los sistemas de bajantes y desagüe, ya que muchas inundaciones han provocado roturas en codos o tramos horizontales y verticales. Estas fallas pueden permitir que aguas residuales regresen al garaje, agravando los daños y retrasando las reparaciones.
3. Revisión estructural: garantizando la seguridad del garaje
La evaluación de los forjados, pilares y tabiques del garaje es una tarea imprescindible tras una inundación. Estos elementos estructurales deben ser inspeccionados por técnicos cualificados, como arquitectos, ingenieros o aparejadores, para identificar posibles daños causados por las sobrecargas de agua y lodo. La acumulación de estos materiales puede comprometer la estabilidad del garaje, aumentando el riesgo de colapsos o fisuras estructurales si no se detectan y corrigen a tiempo.
Además, es importante revisar las paredes divisorias de trasteros, las rampas de acceso y cualquier otra partición interna del garaje. Estas zonas, que habitualmente soportan cargas adicionales durante las inundaciones, pueden presentar daños como grietas, desplazamientos o pérdida de integridad. En muchos casos, será necesario reforzar o reconstruir estas particiones utilizando materiales adecuados que garanticen su durabilidad y resistencia frente a futuros eventos similares.
La inspección debe incluir una revisión exhaustiva de posibles hundimientos, inclinaciones o deformaciones en los elementos estructurales, ya que estos problemas suelen aparecer después del secado completo del agua y pueden no ser evidentes de inmediato. Es recomendable contar con informes técnicos detallados que permitan planificar las reparaciones necesarias y, en caso de ser requerido, presentarlos a aseguradoras o al Consorcio de Compensación de Seguros.
Estas acciones no solo aseguran la estabilidad del garaje y sus compartimentos, sino que también protegen la seguridad de los usuarios y prolongan
4. Revisión y secado de instalaciones eléctricas
Las instalaciones eléctricas de los garajes y trasteros deben ser inspeccionadas cuidadosamente. Antes de intentar repararlas, debe realizarse un secado exhaustivo para evitar riesgos. Las luminarias y cuadros eléctricos deben ser evaluados por profesionales y, si es necesario, inhabilitados hasta que sean seguros. Las luminarias suelen acumular agua en lo que se denominan «pantallas» que debe ser retirada. Es muy probable que en muchos casos dichos elementos de iluminación en los garajes, trasteros y accesos puedan reutilizarse tras un desmontaje y secado adecuado, así como la sustitución del elementos lumininoso: lámpara, bombilla, tubo,…
5. Verificación del estado y funcionamiento de la bomba de achique
La bomba de achique, generalmente ubicada en la última planta del garaje, debe ser revisada. Retirar los lodos acumulados y rellenar el foso con agua limpia puede ayudar a evaluar si el equipo sigue operativo. Las mangueras de los sistemas antiincendios también pueden utilizarse para estas tareas.
6. Limpieza intensiva con agua a presión
Utilizando hidrolimpiadoras, se deben limpiar paredes, techos y suelos para eliminar restos de lodo. Es recomendable usar productos desinfectantes para evitar problemas bacteriológicos por moho, existencia de materia orgánica adherida,… Estas tareas deben realizarse una vez que el espacio esté completamente despejado de vehículos y residuos.
7. Reparación de revestimientos y tabiques
Es absolutamente necesario reparar o sustituir los revestimientos dañados, así como los tabiques afectados por el agua y el lodo tras una inundación. Durante las tareas de limpieza intensiva con agua a presión, es común que se detecten zonas de los revestimientos que hayan quedado desprendidas, agrietadas o completamente deterioradas, requiriendo una intervención inmediata para garantizar la seguridad y funcionalidad de los espacios.
En muchos casos, los revestimientos de paredes deben ser retirados hasta alcanzar superficies secas y estables, lo que permite la aplicación de nuevos materiales como morteros impermeabilizantes o pinturas resistentes a la humedad. Asimismo, los tabiques que hayan sufrido fisuras o pérdida de estabilidad debido a las cargas de agua y lodo deben ser demolidos y reconstruidos con materiales adecuados, asegurando su durabilidad a largo plazo.
Además, recomendamos realizar un tratamiento preventivo en las superficies afectadas, como la aplicación de fungicidas para evitar la aparición de moho y la incorporación de revestimientos especiales que ofrezcan una mejor resistencia ante futuras filtraciones o humedad.
8. Secado completo y aplicación de pintura
Una vez que las superficies estén completamente secas, utilizando cañones de calor o estufas especiales diseñadas para el secado de revestimientos, se puede proceder a la aplicación de pinturas específicas resistentes a la humedad. Estas pinturas son fundamentales para proteger paredes, techos y suelos de futuros problemas relacionados con la humedad o filtraciones, especialmente en espacios como garajes y trasteros.
En el caso de los garajes, es altamente recomendable incluir el marcado horizontal de las plazas de aparcamiento, lo que no solo mejora la organización del espacio, sino que también facilita su mantenimiento. Este marcado puede realizarse utilizando pinturas epoxi o productos similares de alta resistencia al desgaste. Asimismo, es habitual aplicar un zócalo en colores gris y blanco en las paredes, ya que esto ayuda a reducir las manchas provocadas por gases o humos de los vehículos y facilita las limpiezas periódicas.
Este proceso de pintura no solo restaura la estética del espacio, sino que también ofrece una capa adicional de protección contra futuros daños, contribuyendo al mantenimiento y la durabilidad del garaje o trastero a largo plazo.